Para mi primer viaje del semestre, fui a Lisboa con Lauren y Liz. La familia de mi padre es de Portugal y hace cinco años, mi padre visitó Lisboa. Siempre me decía que es una ciudad magnifica e inolvidable, y que yo tuviera que visitarlo. No sabía exactamente que esperar de la ciudad, pero inmediatamente me encantaba la atmosfera. La ciudad fue diferente de todas las ciudades a las que he visitado. Los edificios tenían murallas de azulejos y por esta razón, las calles estaban llenas de color. Sentía que había viajado a una época del pasado.

Si una persona va a Lisboa, recomiendo que lleve zapatos apropiados para pasear, porque la ciudad es ideal para dar paseos largos y hay muchos collados empinados. Al final del primer día en Lisboa, mis piernas estaban muy doloridas y mis pies me dañaban mucho. Pero, una ventaja de los collados es que proporcionan vistas bonitas del mar y de la ciudad.

Pienso que hay tres monumentos que los viajeros tienen que ver en Lisboa. El monasterio de Jerónimos es una obra arquitectónica en la que existe un claustro inolvidable con estatuas y jardines elaborados. La torre de Belem y el castillo de San Jorge tienen vistas del mar que nunca olvidaré. Cuando visitando estos lugares, ¡es importante recordar tu camera!

Mi parte favorito de Lisboa fue la comida. Todos los restaurantes sirven mucho pescado y la comida del mar más típico es bacalao. Es un pescado blanco con mucha sal y los restaurantes lo sirven en muchas maneras diferentes. Además, hay pastelerías en todas las equinas y recomiendo que todos aprueben pastel de nata. Los ciudadanos comen esta dulce por la mañana, por la tarde, o por la noche. Es vendido en todos los lugares y es el postre nacional. Sugiero que los viajeros vayan a “Pastéis de Belém” porque esta sitio esta famoso por sus pasteles de nata.