El fuente Trevi
El fin de semana pasado, viajé a Roma con David, Lauren y Sarah. Cuando tenía dieciséis años, fui a Roma por la primera vez, y me encantaba la ciudad y la cultura. Este viaje, yo vi muchos de los mismos sitios, pero pienso que los miré con ojos diferentes. La primera vez fui a Roma, no había viajado a otras ciudades europeas y no sabía mucho sobre la cultura europea. Durante este viaje, sentía que podía apreciar los monumentos, edificios y arte más, y podía comparar aspectos de la vida romana con aspectos de la vida en Barcelona.
Mi segundo viaje a Roma-- El fuente Trevi
El foro Romano
¡Me encantaba la comida de Roma! La familia de mi madre es italiana y por eso ella cocina la comida italiana con frecuencia. Cuando estaba en Roma, fue reconfortante comer la comida porque me recordó a casa. Aunque me gusta la comida de España, estoy un poco aburrido de las mismas cosas y tengo muchas ganas a volver a la cocina de mi madre. En Roma, comí la pizza para almuerzo todos los días, y por la noche aprobé diferentes tipos de pasta. Mi plato favorito fue espaguetis con espada, alcaparras, olivas, y tomate. Por supuesto, después de la cena cada noche, ¡tenía que comer el gelato! Soy un animal de costumbres, y siempre pido “stracchiatella”. Además de la pizza, la pasta y el gelato, los capuchinos fueron inolvidables. Bebí uno por la mañana y uno por la tarde. Hay una café cerca del Panteón con los capuchinos que son los mejores del mundo. Normalmente esta llena de gente, pero las bebidas valen la pena. Sugiero que pidas un canoli con el capuchino.
Una cosa mala sobre Roma es el sistema de trasporte público. Los metros son sucios y hay solo dos líneas. Barcelona tiene muchas paradas y es fácil a encontrar una estación del metro cuando paseando por las calles, pero en Roma cada parada es lejos del próximo y no hay señales suficientes. Hay un sistema extensivo de autobuses, pero no son completamente fiables y muchas veces tiene que esperar mucho tiempo por el bus. El día que llegamos en Roma, había una huelga de los empleados del transporto público. No podíamos usar el metro o los autobuses hasta las cuatro por la tarde. No estaba un gran problema porque queríamos caminar por la ciudad. Pero a las cinco por la tarde, decidimos tomar el metro a nuestra hostal. Pues, la huelga no estaba terminada, y estábamos en la estación del metro con una muchedumbre de italianos enfadadas. En uno momento, yo estaba separado de Lauren, Sarah y David, y una puerta masiva cerro entre nosotros. ¡Fue un desastre!
Durante la huelga de las empleados del trasporte publico. ¡Estoy trampada en la estacion del metro!
Estoy de acuerdo contigo, había estado en Barcelona antes de este semestre, pero no la vi como veo ahora. No se me di cuenta del impacto de la cultura catalana y su importancia. Es interesante visitar un lugar más que una vez porque ve cosas diferentes y con una perspectiva diferente.
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